CAPÍTULO 3: LA OBRA
Antes:
Tienes un proyecto completo con su licencia correspondiente y ha llegado la hora de empezar las obras. Lo primero que debes hacer es contratar a los agentes necesarios. Los dividimos en dos grupos: los técnicos o supervisores de la obra y la empresa constructora.
Los técnicos imprescindibles para realizar una obra son:
· Arquitecto
· Aparejador (arquitecto técnico)
· Coordinador de Seguridad y salud
Además, en caso de que la casas vaya a ser vendida a su finalización o si se tiene intención de hacerlo en un plazo de diez años también te hará falta una Empresa de Seguro Decenal.
Todos los técnicos han de ser contratados antes del inicio de la obra. Su misión será velar por que el proyecto que ha pedido el cliente se lleve a cabo de la mejor manera posible. Otra misión fundamental es controlar la facturación que realiza el constructor para que la obra se acabe por el precio contratado o, al menos, por un importe cercano.
A la hora de elegir el constructor el precio debe ser un factor a valorar, pero no el único. Si nos dejamos asesorar, sus conocimientos harán que nos ahorremos grandes problemas y dolores de cabeza. La factura del constructor es la más grande de las que hay pagar para construir una casa, pero al finalizar una obra lo que parecía barato puede acabar saliendo caro y merece la pena tomarse un tiempo analizando opciones y pidiendo referencias.
Durante:
El arquitecto es el único que tiene un conocimiento total del proyecto, por lo que debe ejercer de canalizador de todos los mensajes y órdenes que se den en la obra para que el proyecto salga bien.
Sin embargo, el constructor y los demás técnicos van descubriendo el proyecto según avanza la obra, por lo que la comunicación entre el promotor y los técnicos debe ser fluida.
No obstante, la relación entre el constructor y el promotor debe reducirse a un mínimo y no es conveniente que el promotor de órdenes directas al constructor. De no tomarse estas medidas es muy probable que se produzcan malentendidos, la obra acabe resintiéndose y el resultado final se aleje del deseado.
El proyecto puede modificarse durante la obra siempre que el promotor lo solicite. En este caso, debe comunicárselo al arquitecto, que estudiará los cambios para incluirlos de la mejor manera posible. Este análisis se realizará con detenimiento, ya que todo el proyecto está planificado y cualquier cambio acaba afectando en más aspectos de los que se prevén.
Una buena comunicación y anticipación son los factores más importantes para que una obra se desarrolle correctamente. Además hay que entender que el número de personas que intervienen es muy grande y los intereses de cada uno divergen. Por ello es importante hacer equipo para conseguir que constructor, técnicos y promotor remen en la misma dirección y se involucren por hacer realidad el proyecto de la mejor manera posible. Una obra ya presenta dificultades suficientes en su transcurso como para generar algunos problemas evitables.
La paciencia es indispensable para el promotor. Es habitual que la obra se les haga muy larga. Deben dejar el lugar donde viven y tienen prisa por terminar, están cansados de tomar decisiones y un tanto aburridos de todos: arquitectos, constructores…
En cuanto a plazos, una obra para una casa se puede terminar en un año en condiciones normales. El problema es que esas condiciones normales nunca se cumplen, siempre suceden cosas imprevistas, por lo que habitualmente se acaba en año y medio. Para los cálculos del promotor recomendamos un plazo de 20 a 24 meses, ya que siempre será mejor pensar que va a tardar un poco más y llevarse una grata sorpresa.
En caso de necesitar la casa para una fecha concreta, los técnicos y el constructor deben estar informados cuanto antes. En primer lugar, valorarán si es posible y, si lo es, pondrán más empeño para tener la obra terminada en esa fecha.
Después:
Una vez terminada la casa, el arquitecto redactará el Certificado Final de Obra y, después de ser visado en el Colegio de Arquitectos, tendrás que entregarlo en el Ayuntamiento. Con este certificado podrás registrar la vivienda y pedir el suministro a las compañías de luz, gas…
Finalmente, has llegado a tener tu casa soñada, gracias, sobre todo, a la buena comunicación entre los agentes que han participado en el proyecto.
¡Ahora toca disfrutar!
¡Saludos tmsarquitectos!
PD: No hemos realizado un análisis exhaustivo de todos los trabajos a realizar durante la obra. Nos ocuparemos de ello en la serie El Proyecto.