CAPÍTULO 4: CONSEJOS
Tras los anteriores capítulos ya tenemos una impresión general de cómo proceder para conseguir nuestra casa. Esta última entrada tratará sobre una serie de consejos personales que van a venirte muy bien a lo largo de la obra.
1. En primer lugar, si tienes pareja, asegúrate de que la relación es buena. Digo esto porque el estrés acumulado a lo largo de la obra suele generar tensiones en la pareja y si la relación no está bien afianzada los conflictos se agudizan todavía más. No es extraño que acaben en separación. Esto no es exagerado. De hecho, ocurre más de lo que puedes imaginar. No queremos asustar a nadie, pero tampoco deseamos que la obra acabe siendo un mal trago para ti. Así que te recomendamos mucha paciencia y comunicación.
2. Ten en cuenta que desde que tengas el terreno vas a comenzar un proceso que se puede ir a los dos y tres años de media hasta su finalización. Recuerda que durante este período de tiempo tienes que contratar a muchas personas y/o empresas. En primer lugar, un arquitecto, el único que estará desde el principio hasta el final. Por lo tanto, recomiendo buscar uno que te inspire confianza y al que puedas preguntar todas vuestras dudas. Él te guiará en todo el proceso, es su trabajo. Tú ni sabes ni tienes por qué saber.
3. La elección económica más elevada es el constructor. Sin embargo, no te dejes llevar sólo por el precio para elegir. Lo barato puede y suele salir caro. Más vale alguien experimentado y con buenas referencias que algo barato por conocer. Por ello, insisto en que pedir referencias es muy importante. Asesórate a la hora de firmar el contrato con el constructor para evitar problemas futuros y ahorrar dinero.
4. Las relaciones entre los diferentes agentes intervinientes deben ser claras. Debe haber una cadena irrompible. El cliente pide al arquitecto y este y el aparejador en obra dan las órdenes al constructor. Se debe dejar claro desde el principio que en obra no se realiza ningún trabajo que esté fuera del presupuesto sin conocer el precio antes. Esto es muy importante. De lo contrario, puedes llegar al final de la obra y llevarte una sorpresa muy desagradable. De hecho, recomendamos que conozcas la evolución del presupuesto de la obra mes a mes. Para ello, mantente en contacto con el aparejador, que es el encargado de ese trabajo.
Como puedes observar, hacemos hincapié en las relaciones entre personas y, sobre todo, en la comunicación y la confianza. Aunque en una obra intervienen muchos medios mecánicos y económicos, detrás siempre están las personas que los mueven.
Si tomas todas estas precauciones habrás evitado los problemas más grandes. Pueden surgir otros, pero ya tendrás mucho terreno ganado.
Suerte y hasta la próxima.
¡Saludos, tmsarquitectos!